Queridos Reyes Magos:
Desde bien chica acostumbro a culminar el año con un repaso de lo mejor y lo peor: Aprender para reciclar y poder desechar. El año 2009 pasará a mi propia historia como un año importante, el año en que decidimos mudar de escenario. Han sido doce meses muy intensos, los 6 primeros de preparación y los 6 últimos de ejecución. Sin duda alguna han sido estos últimos los que más tiempo de reflexión necesitan por el vaivén de acontecimientos, encuentros y desencuentros que te depara un cambio como éste, teniendo todo esto en cuenta, concluyo lo que sigue:
- Me congratulo y enorgullezco una vez más de la calidad de nuestra familia y amigos – una docena, no más - que nunca han dejado de ser la luz en los momentos de oscuridad, que sin duda ha habido. La voluntad verdadera no entiende de distancia. Para todos ellos pido salud y la alegría más inmensa.
- Lamento habernos topado con extraños que creímos cercanos. Se puede alentar, animar e inducir a la confianza por largo tiempo con palabrería barata que, si en el momento oportuno la voluntad no es verdadera, de seguro surgirán las distancias aún bajo el mismo techo. Me he decepcionado profundamente con el comportamiento deshonesto de algunos elementos desde que hemos llegado. La última de Filipinas la ha puesta nuestra excasera. Doce días después de regresar de España con Duna, allá por Noviembre, donde dijo sí dice no. Que ahora Duna en el piso, no, así sin más. Razón principal por la que nos hemos mudado, metidos de lleno en un gran aprieto (he tenido Diciembres mejores), aunque he de decir que con el cambio hemos ganado y mucho. Para todos estos gérmenes pido carbón a discreción.
- Me felicito por mí y por Martín, por la fortaleza de nuestro empeño e ilusión, por no hincar la rodilla ante los desencuentros y acompañarnos. Como siempre. Para nosotros pido salud, tranquilidad, tiempo y energía para hacer lo que hemos venido a hacer, coño!!
- Me ilusiona haber encontrado también gente maravillosa que hacen esta ciudad más bonita: Ada, Myron, Monika, Ania, Georgi del Biscuit; Natalia, y Alberto del Greenwich Market; Isa, Erin, Serena, Eleri y Fiona….y alguno más que me queda seguro. Gente corriente, y algunos ya amigos, que equilibran este comienzo y lo hacen más llevadero. Para todos ellos, deseo lo mejor para este año.
Mi otra costumbre al terminar el año es establecer un abanico de objetivos. Entre ellos, actualizar este blog cuasi a diario, ocupa un lugar destacado. Disfruto haciéndolo y leyendo cada comentario pero hasta ahora me han faltado tiempo y ganas, para qué negarlo.
Sin más, espero con ansia saber de vosotros!